Ingredientes para hacer salsa barbacoa casera
- 2 cebolletas (o en su defecto, una cebolla de tamaño medio).
- 2 cucharadas soperas (en adelante c/s) de azúcar moreno.
- 2 c/s de salsa Perrins (se puede sustituir por salsa Worcestershire).
- 1c/s de pimentón dulce (o si lo prefieres, pimentón picante).
- 1c/s de mostaza (lo ideal es utilizar mostaza a la antigua, ya sea triturada o en grano).
- 2c/s de miel (lo ideal es una de miel común y otra de miel de caña).
- 2 c/s de ketchup.
- 200 gr de salsa de tomate (mejor si es casera) o tomate natural triturado.
- 1 c/s de salsa de soja.
- 4 c/s de vinagre.
- 1 c/s de aceite de oliva.
- 7-8 gotas de tabasco (opcional, y la cantidad puedes echarla al gusto, ve probando la salsa).
- Pimienta negra molida y sal.
Como hacer Salsa Barbacoa en 5 minutos
En un cazo calentamos el Aceite de Oliva, y rehogamos a fuego muy bajo el ajo y la cebolla picados muy fino. Pasados unos minutos, añadimos el kétchup y removemos. Vamos incorporando el resto de ingredientes mientras seguimos removiendo. Retiramos del fuego y dejamos enfriar para que coja consistencia. Si queremos una salsa muy fina sin grumos (restos de la cebolla y el ajo) podemos pasarla por el pasapuré.
Si queremos que nuestra salsa tenga un toque picante intenso podemos añadir unas gotas de tabasco, de salsa piripiri , pimentón picante o cayena molida al gusto.
Dejaremos la salsa en la nevera dos horas antes de usarla, para que todos los sabores se integren. Es perfecta para acompañar carne en barbacoas al aire libre, o para marinar carne para hacer al horno, como base para pizzas,…
Historia de la Salsa Barbacoa
Al escuchar la palabra barbecue en cualquier frase es imposible evitar fantasear con unas tiernas costillitas ahumadas y una cerveza bien fría. Inmediatamente salivamos, no sacamos de nuestra cabeza la textura suave del costillar o de un trozo de brisket empapado en esa espesa, agridulce, salsa llamada barbacoa.
Aunque todos estamos familiarizados con esa sensación y conocemos bien este manjar, tenemos solamente una remota idea sobre el trasfondo que encierra el término BBQ. Sabemos que es un platillo de nuestros vecinos del norte, los estadounidenses, pero su origen e historia es incierta para muchos de nosotros.
Barbecue, Barbeque, BBQ o barbacoa. El origen de esta palabra es español y muchas veces se utiliza como sinónimo de asado (grilling). Su definición hace referencia a la parrilla que se utiliza para asar al carbón y a los alimentos que se cocinan en ella de manera lenta y a fuego bajo, además, denomina a los eventos sociales en los que las personas se reúnen a degustar platillos preparados de esta forma. Por lo regular la carne o verdura que se preparará a la barbacoa, se marina con una salsa homónima de sabor agridulce, y al momento de llevar los platillos a la mesa, se acostumbra agregar una porción extra para remojar e impregnar bien la comida.
Por esta razón se puede decir que ha existido desde tiempos inmemoriales, cuando el hombre primitivo cocinaba la carne a las brasas hasta que quedara tierna; sin embargo, la historia de una parrillada barbecue como la conocemos actualmente se remonta únicamente a un par de siglos.
La tradición de la cocina BBQ o low and slow (porque se cocinaba en asador a fuego bajo, por periodos largos de tiempo) aparece durante el siglo XVIII en Virginia, Estados Unidos, y era utilizado con fines sociales para reunirse entre familias y amigos. Poco a poco la popularidad fue en aumento, ya que hacer una parrillada otorgaba un estatus más alto a las personas.
Fue hasta el siglo XIX cuando aparecen los primeros restaurantes de este giro. Estos establecimientos eran muy sencillos -no tenían nada que ver con el concepto actual de restaurante-, se encontraban a lo largo de las avenidas o en terrenos baldíos y se dedicaban vender carne como costillas, brisket, cordero y pollo cocinada estilo bbq en parrillas improvisadas. Las guarniciones eran rústicas, ensalada de papa y los famosos mac ‘n’ cheesse.
Para brindarle a la carne un sabor especial se comenzó a experimentar con distintos sabores en salsas. Cada familia y restaurante probaba con algo distinto que sirviera para maridar la carne o para bañarla una vez servida en el plato. Fue así como en 1909 aparece la primera salsa barbecue de la que se tienen registros: Georgia Barbecue Sauce Company en Atlanta. Se preparaba con una base de jitomate, vinagre, mostaza y salsa picante o chiles. En 1948 la compañía Heinz introduce al mercado la primera salsa de distribución nacional.